domingo, 20 de abril de 2008

EL PRISMA DE NEWTON Y LA MAGIA DE LA LUZ

Qué mejor manera que iniciar este blog con una entrada dedicada a el gran científico, físico, filósofo, alquímista y matemático inglés, Sir Isaac Newton, así como a esta forma de energía que nos permite deleitar nuestro sentido de la vista: LA LUZ.

La luz recorre 300,000 kilómetros en un segundo, lo que significa que la luz del sol la recibimos con cerca de 8 minutos de diferencia.

En cuanto al personaje aludido, hace cerca de tres siglos, tuvo la idea de experimentar con un prisma, obteniendo como resultado la aparición de los colores que componen la luz blanca y de los cuales el ojo humano tiende a percibir, en condiciones normales, siete y que son aquellos que vemos en el arco iris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Más interesante resultó para él cuando, mediante la colocación de un segundo prisma, obtuvo de nuevo luz blanca.

Claro está que cada color ocupa un espacio en el espectro electromagnético, mismo al que también pertenecen las ondas de radio y las microondas. Claro está que sólo parte de este espectro es visible para el ser humano.

En los objetos, la situación del color es diferente. Cada uno tiene un color determinado por su capacidad para reflejar y absorber los demás colores. Así, un objeto azul, lo es por que refleja la luz azul y absorbe la luz de los demás colores. Caso especial es el de los objetos negros, que tienen la característica de no reflejar la luz y absorber la totalidad de colores.

Hay infinidad de fenómenos y trucos protagonizados por la luz, pero quiero centrarme en los dos que dan lugar a este espacio: La vista y la fotografía.

El ojo humano es una de las máquinas con mayor perfección en la naturaleza. En principio, la aplicación de un lente convexo que crea y traslada una imagen a la retina, situada en el extremo opuesto del órgano. Realmente se trata de un proceso más complejo, en el que cada componente juega un papel sumamente importante. Entre estos componentes, encontramos el iris, la parte coloreada del ojo. Su función es controlar la cantidad de luz que penetra en el ojo, permitiendo que la pupila se contraiga o se dilate, al haber mucha o poca luz. De igual manera, encontramos los músculos encargados de enfocar, según la distrancia a a la que se encuentra el objeto que estamos viendo.

En cuanto a la cámara fotográfica, el principio es el mismo. El obturador realiza la función del iris (algunos dirían que su función es la del párpado) y el movimiento o colocación de los lentes el de los músculos oculares, permitiendo enfocar adecuadamente la imagen. El complemento de este proceso es de índole químico o electrónico, según se trate de equipo fotográfico analógico o digital.

Cierro esta primera entrega con el origen griego de la palabra fotografía, constituida por dos expresiones: φως phos y γραφίς grafis, que significan respectivamente "luz" y "diseñar"/ "escribir" y que combinadas serían "diseñar/escribir con la luz".

Espero que este blog sea sea un sitio propicio para presentar imagenes interesantes, así como para intercambiar conocimientos y experiencias relacionadas con esta magnífica rama del arte: La fotografía.

¡Estén pendientes de las próximas entregas!


2 comentarios:

Miguel S. Gòmez dijo...

Muy buena tu explicación, quién imaginaría la comñlejidad de ver los colores

riveradanziger dijo...

Gracias Miguel y perdón por no responder antes. Tu comentario es, definitivamente, algo muy valioso para este blog que en breve contará con más de alguna entrada siempre dentro de las fascinantes temáticas de la imagen y el color.